Quemadores de GEI con antorchas y equipos para biogás
Groth
Quemadores de GEI
El uso de antorchas eficientes y de calidad es fundamental para contribuir a mitigar los gases de efecto invernadero provenientes de la acumulación de residuos
Uno de los desafíos ambientales más relevantes en la actualidad es disminuirlas emanaciones a la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI) que generan las actividades humanas. Fuente importante de estas emisiones es la acumulación de residuos, tanto industriales como domiciliarios, por lo que es necesario manejarlos adecuadamente.
En este contexto, la gestión de las industrias apunta a cumplir un multi propósito: disminuir su huella de carbono, cumplir o exceder la normativa vigente, y agregar valor económico a los residuos de manera de mejorar su posición competitiva. Esto se aplica a residuos líquidos (riles) y sólidos (rises). Ejemplos claros de buenas prácticas en nuestro país se pueden encontrar en las empresas forestales o de celulosa y papel
que generan energía a partir de biomasa; en las cementeras que usan distintos desechos para alimentar los hornos de clinker, en lo que se denomina coprocesamiento; las plantas de tratamiento que aprovechan sus lodos; las empresas lácteas y los planteles porcinos o de aves que generan biogás a partir de sus residuos para generar energía.
En el área domiciliaria, en tanto, también ha ido aumentando la tendencia al reciclaje, la reutilización y reducción de los residuos generados en los hogares, con el apoyo de empresas recolectoras, municipios, puntos limpios y quienes manejan los rellenos sanitarios. De hecho, estos últimos están poniendo en valor los residuos que reciben a través de la producción de biogás, para su uso en generación de energía eléctrica y otros procesos industriales.
Control y Eficiencia
La quema del biogás residual proveniente de la acumulación de residuos industriales o domiciliarios, por cierto, requiere del uso de quemadores o antorchas especiales para evitar la liberación no controlada de GEI a la atmósfera.
Este tipo de tecnología es muy común de ver en plataformas petrolíferas o de extracción de gas. También son ampliamente utilizadas -aunque quizás menos visibles - para incinerar en forma controlada y segura, los gases producidos por descomposición de orgánicos en rellenos sanitarios o vertederos y en plantas de generación de biogás de residuos mediante biodigestores o reactores anaeróbicos. Estos gases tienen un alto contenido de metano, el cual es veinte veces más potente que el dióxido de carbono comparando su contribución al efecto invernadero.

