Aceites sin Impurezas
La presencia de agua en aceites hidráulicos o lubricantes genera fallas en equipos y sistemas. Los purificadores Pall son altamente eficaces en su remoción.
Por Claudio Sagredo
Jefe División Equipos de Proceso en SOLTEX
La presencia de impurezas en los aceites hidráulicos o lubricantes puede ser responsable de hasta el 60% de las fallas en partes y sistemas que están en contacto con dichos aceites.
Numerosos estudios han llevado a revisar diseños y procedimientos de fabricación y operación, con miras a reducir la incidencia de las fallas producidas por las impurezas, lo que ha permitido disminuir los niveles de contaminación y aumentar el desempeño, durabilidad y confiabilidad de partes, piezas y sistemas. El énfasis se ha movido desde el “control de la contaminación” hacia la “mantención de la limpieza”. Y hoy cada vez son más las compañías que adoptan una aproximación más integral, aplicando el concepto de “Control total de limpieza” sobre los aceites de sus sistemas y procesos, con lo cual a corto y largo plazo se van dando cuenta de las mejoras en eficiencia y rentabilidad obtenidas.
Entre las impurezas detectadas en los aceites, el agua aparece como una de las más relevantes. Algunos trabajos han demostrado que la corrosión producida por la presencia de agua en lubricantes o fluidos hidráulicos, representa el 20% de las fallas de equipos. Mientras los sistemas se han vuelto más limpios y confiables, el agua se ha convertido proporcionalmente en la fuente más importante en la reducción de confiabilidad. Así, el control del agua en aceites se debe abordar con miras a responder a la demanda de vida útil y confiabilidad de los equipos y sistemas exigida por los usuarios.
Agua en Aceites
El agua se puede encontrar en los aceites en tres estados:
• Disuelta:
En este caso, pequeñas cantidades de agua estarán siempre unidas al aceite a nivel molecular dándole un aspecto claro, limpio. El punto en el que el aceite ya no puede mantener más agua se llama “punto de saturación”, el cual depende de la temperatura. La cantidad de agua que puede disolverse en el aceite depende también del tipo de base, aditivos y la temperatura. Por ejemplo, un aceite de circulación tipo parafínico altamente refinado y con pocos aditivos podrá mantener poca agua antes de saturarse, digamos unos 100 ppm a 20°C. Por otro lado, los aceites hidráulicos usados en embarcaciones o procesos de laminado pueden tener niveles de saturación de hasta 4.000 ppm a 20°C. Esto de debe a que pueden mantener cantidades mayores de agua en suspensión antes de permitir que se forme agua libre. También algunos aceites sintéticos, debido a su composición química, tienen una tendencia natural a mantener el agua y por tanto poseen altos niveles de saturación pudiendo llegar de 4.000 a 8.000 ppm a 20°C.
La figura 1 muestra el efecto de la temperatura en curva característica de saturación de un aceite.

