En un caso de éxito reportado por un reconocido fabricante norteamericano, se instaló un detector multifase de 106 pulgadas de largo en un desalinizador de 156 pulgadas de diámetro en una refinería localizada en el este de los Estados Unidos. Los desalinizadores son un elemento de proceso importante en las refinerías, ya que la desalinización elimina tanto la sal como el agua libre residual. El objetivo de esta aplicación es mantener constante el nivel de interfaz para una eficiencia óptima. El desafío es que el control debe ser lo suficientemente preciso para evitar que el agua libre entre en contacto con los electrodos del desalinizador, lo que puede causar daños costosos.
Resultados de la prueba
Las mediciones fueron estables y confiables durante toda la prueba. Incluso tres semanas más tarde, una alteración dentro del estanque fue lo suficientemente significativa como para demostrar (por parte del cliente a través de las válvulas laterales de toma de muestra y la comparación con el gráfico de porcentaje de agua) que, en realidad, había agua encima del aceite en el estanque.
“Al principio pensé que estábamos obteniendo lecturas incorrectas, pero después de probar válvulas laterales de toma de muestra, las lecturas eran correctas. Teníamos un mayor contenido de agua en los puntos más altos del recipiente en comparación con los puntos más bajos”, describió el cliente.
Estos fueron resultados inmediatos, pero con el tiempo, se puede ver un rendimiento aún mayor en términos de reducción de la corrosión y el ensuciamiento de las tuberías, equipos aguas abajo debido a un control más estricto de la emulsión.
Una sonda más larga que descanse más cerca del fondo del estanque permitirá una detección de arena más temprana. Conocer el nivel de la arena permitirá planificar adecuadamente las paradas, en lugar de detener el proceso cada seis meses para su limpieza. Cabe señalar que no todas las desaladoras tendrán acumulación de arena; sin embargo, muchos separadores tendrán sedimentos.